Siempre tú.

Es difícil aceptar cuándo esos pequeños detalles se convierten en rutina, cuándo un te amo pierde su significado, cuándo empiezas a dudar, has dejado de amarle para siempre.

Fuiste exacto; no llegaste ni antes, cuándo tal vez ni siquiera te hubiera volteado a ver: ni después, cuándo tal vez no hubiera quedado nada que rescatar, simplemente llegaste, en tiempo y forma. Y es que han pasado ya tantas cosas, hemos compartido tanto, cada triunfo y cada derrota embriagan mi ganas de vivir, tú lo eras todo.

Sé que no somos perfectos, y mi error descansa en la utopía de tu perfección imaginaria. No puedo corromperte y convertirte en alguien de quien no me enamoré, ni tu puedes esperar a una persona diferente conforme avanzamos en el camino. Somos quienes somos, nuestro amor radica en el respeto y la libertad de aceptarnos como individuos. Quisiera jurarte que seremos eternos, yo misma quiero compartir las canas contigo, pero no puedo hacer promesas sobre cosas las cuales no controlo, solo el tiempo nos lo dirá.

Y es que son estos huecos, estos baches arrojados al suelo con el beneficio de la duda los que me hacen temblar. Siempre eres tú, siempre debiste ser tu, el que no comprende el poder que tiene sobre mi, que estoy completamente expuesta ante ti, que me destruye todos los días un poco, que poco a poco me va quebrando  y ni siquiera se imagina lo que siento, que no puedo dejar de amar porque se ha clavado en mi tan profundamente que encuentro gracia en sus defectos y esperanza en que todo siga el curso que nosotros construyamos, siempre juntos.

Siempre regresas.,

No he escrito desde hace ya un tiempo, no es que ya no te piense, es verdad que sigues cerca, pero no le doy alas a mis pensamientos.

Me he acostumbrado a tu ausencia, es prácticamente mi rutina diaria de recordarte y borrarte en el instante. No sé donde estés, no sé que es lo que harás y en el fondo pretendo ignorar las ansias de contestar a esas preguntas.

Con el tiempo voy arrancando pequeños fragmentos de ti, eres como la hierba mala, difícil de exterminar, no sé que hiciste para estar siempre presente, atosigándome.

"El corazón actúa por razones que la razón no entiende"

Y fue difícil de procesar que tu tiempo, nuestro tiempo juntos ya pasó, no hay vuelta atrás. No hay nada que decir o hacer que pueda arreglar lo irreparable. Después de tanto tiempo sigues rondando por aquí, como una leve presencia, un vago recuerdo que debe ser suprimido antes de que puedas arruinar la vida estable que me he construido desde que tu ya no estas. Si escribo hoy es para dejar de buscarte en mis pensamientos, y dejar de buscar una respuesta que quedo implícita entre las líneas de un contrato mal estructurado al momento de decir adiós.

Jugando a entender

Cada vez quedan menos motivos para seguir levantándose por las mañanas.

Sigo repasando en esta retorcida y cínica mente ¿Qué es lo que estoy haciendo mal? Y por más que le doy vueltas a este asunto, la conclusión sigue siendo la misma, es esta sociedad el problema. Aquí donde al justo lo joden y a los que no hacen nada se les da todo.
O te les unes o preces, es el juego de nunca acabar. No hay neutralidad, no existe el intermedio.

Siento que estoy perdiendo esta guerra, una guerra que ni si quiera era mía y aún así tengo que pelearla. Y todo se siente tan vacío, tan frío. Son estos momentos en que sabes que estas sola, que ni el grito más desgarrador que sale desde el fondo de tu alma podrá ser escuchado. Nada impedirá que seas arrojado a la boca del lobo, nada.

Quiero una mano extendida, dispuesta a todo. Un abrazo cálido por las mañanas, el susurro en el oído de que todo a partir de ahora estará bien. Sigo con la mirada bien arriba, esperando una señal, un estruendo, que apacigüe mi dolor. Pero hasta entonces, me quedaré varada en el lado oscuro de la luna, con el inminente insomnio y un hueco en el corazón.

Déjame ir

Dispara de una vez ¡DISPARA!

Toma mi vida y llevatela, porque si tengo que soportar un día más varada en el abismo mis pies echaran raíces y cosecharan locura. ¿Qué clase de pecado estoy pagando para tener que soportar tal tortura?

No soy feliz, de verdad que no lo soy. Y este dolor me acompaña con lagrimas en mi cama, un trago amargo antes de dormir.

No tengo fuerzas para seguir luchando, la verdad no creo que quede nada por lo cual luchar.

Hazme el amor...

En estas noches tan tristes, en mis desveladas sin sentido, en este mundo de locos, sólo ámame. Ámeme como si no hubiera un mañana, como si el infierno en que vivimos hoy se extinguiera con las lágrimas de los amantes caídos; ámame hoy, así como ayer, como me amarás mañana, porque sólo si el sol muere nuestro amor se extinguiría con él.

Cuida de mis sueños amor mio, cuida de mi. Porque me siento morir, que ya no puedo más, olvido como respirar. ¿Cómo te explico? Si me faltas tú, me falta todo. Porque si no estas, ¿quién me escucharía? Sólo tú escuchas mi silencio, sólo tú sabes que existo, sólo tu me conoces.

— Tócame todo. Hazme saber que soy tuya.
Toca mi corazón, mis pensamientos & el alma.

Soy real y tengo sentimientos, cosa que nadie más entiende. Si no estuvieras, si no formaras parte de mi vida, sería infinitamente infeliz.
Sé que esta relación no es perfecta e incluso a veces cuelga de un hilo, pero a pesar de todo, es lo más hermoso que he tenido en mi vida; ciertamente, no recuerdo haber sonreído tanto como ahora que estoy contigo, por primera vez en mi vida me siento protegida, eres la razón por la que hago siempre algo por primera vez.


Hazme el amor...
pero de tu vida.,

Miopía incipiente.

Tengo poco que ofrecer & mucho que perder en cada paso tembloroso.


Si me vuelto a hundir, si todo se vuelve a derrumbar, temo que no quede nada de mi. Soy un juguete pegado con cinta cada vez que caigo y me rompo en mil pedazos, temo que si vuelvo a tropezar no encuentre todas las piezas para pegarlas, porque no se ni como me sostengo y sigo de pie.

Te dicen que seas fuerte, que todo va a mejorar, pero ¿qué saben ellos? ELLOS me sumergieron en esta penumbra sin retorno, no tienen derecho de dar consejos. No saben lo que guarda mi silencio, el resentimiento que tengo, lo abandonada que me han dejado, ni la pena que se esconde bajo mis desvelos.

— Te hace daño no dormir.
Si, lo sé. No lo hago por gusto, ni por ocio, no duermo porque tengo miedo, tengo miedo de dormir y adentrarme en pesadillas que aunque sean efímeras, me destruyen por dentro. No duermo porque tengo miedo de recordar, de seguir castigándome.

Tiendo a alejar a la gente. No puedo estar con alguien mucho tiempo, tampoco puedo concretar una buena charla o una relación seria. Extraño hablar con él, era fácil, porque sabía que podía contarle todo y aun así no se iría ni me juzgaría. El amor es más complicado, porque no es fácil confiarle los secretos que guarda tu corazón a esa persona, porque el amor es inestable, cualquier briza puede llevarse en segundos lo que tardas en construir en años. No es fácil dejarte expuesto, completamente desnudo, porque la persona que más amas es la única capaz de destruirte, aquellos que más amamos son los que te hieren con mayor facilidad.
En cambio él, él era una utopía viviente. No eramos nada y no ofrecíamos nada mas que nuestra compañía, eso hacía las cosas más sencillas.

Tambaleo mucho últimamente, no tengo fuerzas para combatir estas tempestades. Será que mi alma ya es vieja y esta cansada de lidiar con estas situaciones, que aunque son difíciles se han vuelto cotidianas, y por lo tanto, algo aburridas.

Impuesto hasta la eternidad.,

Me cae la soledad de golpe, cuando no tengo sueño & me siento perdida. ¿Por qué siento tanto frío con este clima tan infernal?

— Está muerta.
Escucho a veces.

La felicidad es un viaje muy peligroso, quien se adentra en él a veces se pierde a sí mismo. Por eso prefiero permanecer dormida, en un estado vegetal muy poco productivo, pero ¿qué más da? si cuando me siento eterna me entierran en la desgracia. Hay de tiempos a tiempos; hay tiempos de efímeros vientos cálidos y suaves brizas, que no queman y no hieren, son tiempos de cordura; pero hay tiempos, que no existen sólo en la imaginación de las almas menos preparadas, que llegan de improviso, destruyendo todo a su paso, convirtiéndote en ruinas andantes, suaves cenizas silenciosas que queman lenta y dolorosamente tu interior, esos son tiempos que no existen en el calendario, que te dejan desnudo y expuesto, a esos tiempos tan temidos, se les conoce como olvido.


— Me largo.
A veces me pregunto, ¿de qué lado estas?
¿Por qué me dejaste sola en este mundo turbio e incoherente, donde no tengo nada?
Mis momentos de alegría parecen segundos comparados con esta agonía.

— No soy feliz, solo pretendo que lo soy para parecer normal.